Evolución del concepto de mago
Desde el principio de los tiempos se consideraba mago al que hacía algo que los demás no podían hacer. De todas formas, hasta las civilizaciones pre-coloniales (es decir, íberos y celtas) no hay indicios claros de la presencia de magos o de su reconocimiento en sus respectivas sociedades. En la cultura céltica se les llamaba Druidas, y su magia era culinaria. Sus sopas, también conocidas como pociones mágicas, tenían distintos efectos, y se podrían considerar los fundamentos del dopping. El druida más famoso de ellos fue Panorámix, el maestro del mayor druida moderno, Karlos Arguiñano.
En las épocas pre-romanas hay muy pocos hechos destacados, a parte de las culturas de corte céltico, en las que se halabe la presencia de magos. Se habla de un tal Moisés que era capaz de dividir las aguas y de escribir en la piedra sin usar las manos, pero al parecer eso era telequinésis y no magia. Durante el Imperio Romano se les llamaba sacerdotes, y ofrecían sacrificios a sus respectivos dioses. Destacó una maga no sacerdotisa, sino Emperatriz de Egipto, conocida como Cleopatra. Se rumoreaba que era capaz de mantenerse eternamente joven, pero le perdió su afición por los cócteles raros y el "zumo de serpiente" le produjo consecuencias irrecuperables.
Se podría considerar a Jesús como al primer mago de grandes masas conocido en toda la historia de la Humanidad, pues era capaz de multiplicar panes y peces y de convertir el agua en vino (que se lo digan a Faustino (el primero de la línea de sucesión, el que tiene un sólo palito) que tenía un pozo y tras la visita de Jesús se hizo de oro (y sus descendientes siguen viviendo del cuento). También fue capaz de aguantar sin comer y beber cuarenta días, de caminar sobre el agua, de curar enfermedades y parálisis, de resucitar a un tal Lázaro (aunque algunos rumores cercanos al primo del cuñao afirman que en realidad fue la abuela de la fabada, que también era druida)y de resuciarse a sí mismo, así como de ser tres en uno. También fue capaz de crear un negativo de su cuerpo y plasmarlo en una manta, la famosa Manta Sagrada que se encuentra actualmente en Fiat City.
En la Edad Media los magos se dividieron en varias ramas. Los driuidas se hicieron monjes franciscanos, y realizaron grandes adelantos en la elaboración de pociones mágicas, gracias a los cuales éstas se producen usando los mismos métodos incluso en la actualidad. Algunas de estas pociones tienen nombres como Franciskaner, San Miguel, Agua del Carmen, Black Label o Pacharán (este último originario de las comunidades vasco-navarras endrineras).
La magia
La magia puede definirse como la creencia en el poder ilimitado del alma; un poder dirigido a dominar las fuerzas ocultas de la naturaleza, de las que sólo los más sabios y audaces tienen conocimiento y acceso. Semejante práctica se ha encauzado socialmente en una posición destacada o marginal en la comunidad, dependiendo del grado de refinamiento y religiosidad que conlleve. Serán los sacerdotes, los adivinos, las brujas, los charlatanes, los nigromantes, los hermetistas y los alquimistas, los astrólogos o los teúrgos, los que tradicionalmente fueron asociados a tales prácticas mágicas, y en según qué periodos históricos, serían perseguidos, ajusticiados, ensalzados, recurridos o ignorados.
La creación artística se ha relacionado estrechamente con la magia, debido principalmente a la capacidad de simbolización y representación que conlleva la práctica de la misma. Ya sea en diagramas mágicos de intrincado simbolismo, o en el elaborado arte del Renacimiento y de las vanguardias, o mucho más recientemente en el denominado “Arte Visionario”, la magia ha sido una fuente inagotable de inspiración para los artistas, y un hecho ineludible cuando lo que se pretende es recrear la realidad divina sobre un espacio reducido, como un mándala de invocación.
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